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¡Ni un golpe más! Ayuda a detener la violencia doméstica

Muchas mujeres en todas partes del mundo tienen un campo dinamitado  su propio hogar: un paso en falso o  palabra pronunciada, las hace recibir un golpe o un insulto. Ellas comparten
un secreto: son víctimas de violencia doméstica. Es necesario ayudarlas a detener ese abuso.
La violencia doméstica es la causa principal de las lesiones en las mujeres en Estados Unidos (más que los accidentes automovilísticos, asaltos y violaciones combinados). Tanto ellas como todos los miembros de la comunidad, pueden y deben tomar pasos para detener la violencia en el hogar. El mismo escenario se repite en otras partes del mundo, con estadísticas más o menos precisas.
Poco importa donde ocurra, es un problema social y humano enorme que no podemos tolerar.
A diferencia de lo que muchas personas creen, la violencia doméstica no sólo incluye  la victimización de la persona a un nivel físico (asalto con armas, empujones,
bofetadas, asfixia, patadas, etc.), o el abuso de tipo sexual. Es posible además abusar a una persona psicológica y emocionalmente.
El abuso a nivel psicológico o emocional abarca no sólo el lenguaje obsceno, sino además las amenazas de daño físico a la víctima y/o sus allegados, la intimidación, la degradación y la humillación, las acusaciones falsas, y el ridículo. A todo lo anterior, hay que agregar una forma
novedosa pero no menos peligrosa y ofensiva: el envío de mensajes electrónicos y los textos por los teléfonos móviles (el ciberacoso).


Como parte de ese abuso psicológico y para perpetuarlo, el abusador procura el aislamiento físico o social de la víctima, negando o dificultando la comunicación con amigos o familiares. La soledad y el desamparo llegan a los extremos cuando evita o rechaza que se le preste a la persona ayuda médica si está enferma o herida.
El objetivo de estas conductas coercitivas (aisladas o sucesivas) es establecer y mantener el poder y control sobre otra persona, sea adulta o adolescente. Según la Organización Mundial de la Salud, la violencia doméstica es una nueva epidemia tan generalizada que se extiende por toda la historia y todas las culturas. Por increíble que parezca, hubo un tiempo en que la ley de Inglaterra permitía que el esposo golpeara a su mujer siempre y cuando el diámetro
de la barra que usara para ese efecto no fuera más ancho que el diámetro de su dedo pulgar.


¿Cómo puedes saber si tú o alguien a quien conoces es víctima de violencia doméstica?

El signo principal es el miedo al agresor (casi siempre la pareja). Si sientes como si estuvieras caminando sobre un campo minado alrededor de tu pareja – cuidándote de no incomodarla,
o en constante observación- es probable que no estés en una relación saludable. Lo mismo sucede si observas que un familiar o amigo tiene esos sentimientos hacia su pareja. Otros signos de que estás en una relación abusiva es sentirte menospreciada(o), que no te valoran o que desean controlarte en extremo.


SEÑALES DE ALERTA
La organización Helpguide, que se especializa en herramientas informativas para que las personas combatan el estrés, sugiere las siguientes preguntas para identificar si uno o alguien que uno conoce está en una relación abusiva:


¿Sientes miedo de tu pareja? la mayor parte del tiempo ¿Te humilla y/o te grita?, ¿Evitas tocar
ciertos temas por temor a enojarla?, ¿Sientes que no puedes hacer nada bien ante sus ojos?, ¿Te critica y ridiculiza constantemente?, ¿Te trata tan mal que te sientes avergonzada (o) frente a tus amigos o familiares?, ¿Cree que te mereces ser lastimada(o) o maltratada(o)?
¿Ignora o le quita mérito a tus opiniones o logros?, ¿Te preguntas si tú eres el/la que está loco(a)?, ¿Te culpa de su propio comportamiento abusivo?, ¿Te sientes emocionalmente adormecida(o) o indefensa(o)?, ¿Te ve como una propiedad o un objeto sexual, y no como a una
persona?, ¿Tiene tu pareja un temperamento malo e impredecible?, ¿Es excesivamente celoso(a) y posesiva(o)? ¿Te lastima o amenaza con lastimarte o hasta matarte?, ¿Controla adónde vas y todo lo que haces?, ¿Te amenaza con quitarte a los niños o hacerles  daño? ¿Te impide ver a tus amigos o familiares?, ¿Te amenaza con suicidarse si dejas la relación?, ¿Te limita el acceso al dinero, al teléfono, o al automóvil? ¿Te obliga a tener relaciones sexuales? ¿Destruye tus pertenencias?

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